domingo, 5 de diciembre de 2010

Avena y pasas en honor a Nicolás


En mayo de 1997 conocí a Nicolás. Mediana estatura, canoso, prolijamente vestido,los brazos en posición de jarrón al costado del cuerpo. Estaba parado en el descanso de la escalera de entrada de una casa que a primera vista me pareció enorme.
La primera impresión fue la de un hombre extremadamente serio y con una mirada profunda que hablaba más que las palabra. Con el tiempo no me equivoque, esa primera impresión era ciento por ciento acertada. Nicolás era mi suegro, él odiaba esa palabra, solamente era Nico.
Desde que lo conocí convivió con la enfermedad como su compañera solitaria más cruel. Primero una operación de corazón que superó con éxito, más tarde sería una hernía la que lo llevaría al quirófano nuevamente y finalmente el mal de Parkinson le modificaría su vida para siempre. Siempre fue un hombre extremadamente inteligente, académico, muy hábil para los negocios, estudioso, amante de la lectura de cualquier genero. Deboraba los diarios de arriba hacia abajo, leía todas las secciones. Tenia como costumbre recortar cada noticia interesante para cada persona que conocia según el interés temático de cada uno.
Aunque su especialidad era la economía podia hablar de todo, viajo por todo el mundo y siempre tenia una anécdota divertida relacionada con cada lugar en donde estuvo.
Era muy afectuoso a su modo, malumorado cuando algo no le gustaba, como buen hijo único, pero con un corazón tremendo.


Hoy revisando papeles viejos encontré uno de los tantos recortes de diarios que él me juntaba con la receta de GALLETITAS DE AVENA Y PASAS. Comparto hoy con ustedes esta receta para homenajear a Nico, que seguramente desde donde está las disfrutará.


Ingredientes:
115 grs. de manteca
1 taza de azúcar negra
2 huevos
1 taza de harina
1 y 1/2 taza de avena
1 cdta. de polvo de hornear
1 taza de pasas.

Preparación:
Se precalienta el horno a 180C.
Batir primero la manteca, los huevos y el azúcar hasta obtener una consistencia cremosa, luego se añaden la harina y el polvo de hornear previamente cernidos, se agrega la avena y por último las pasas

jueves, 2 de diciembre de 2010

Los cannoli de Angelina

Vengo de una familia de tradición italiana. Los domingos de pastas y reunión familiar eran un clásico de mi infancia, la oportunidad de juntarnos con tíos, primos y abuelos.
Mis abuelos fueron unos de los tantos inmigrantes italianos que vinieron de Europa hacia América huyendo de la guerra y sus consecuencias. Bartolo y Angelina.
La semana pasaba en mí como una sucesión de días en espera del domingo, donde me encontraría con las pastas preparadas por mis abuelos. Los dos funcionaban como una sociedad y se repartían las tareas culinarias compitiendo entre ellos por la gloria que significaba la mesa llena de comida.
Angelina mi abuela no era una experta cocinera, tenía sus caballitos de batalla infaltables e imbatibles. Lasagnas repletas de carne, verdura y salsa de tomate, empanada de carne indescriptibles, podías comerte una docena entera sin darte cuenta, pollo a la portuguesa, papas al horno con crocante de parmesano, alcauciles rellenos con queso crocante, zapallitos rellenos de carne molida, etc.
Angelina nunca fue una buena repostera, la pasteleria nunca fue su fuerte, pero sus únicos orgullos duces eran dos: buñuelos rellenos de mermelada y cannolis sicilianos.
Hace tres años que mi vieja Anglina partío. Nunca más volví a sentir el olor de su salsa de los domingos, la lasagña nunca más volvio a ser la misma, ya no puedo comer más de dos empanadas de carne por vez, y mis papas con crocante de parmesano no se igualarán a las de ella nunca.


En honor a mi vieja querida les dejo la receta de los cannolis sicilianos

Ingredientes:
Agua 10grs
Marsala: 1cda
Grasa de cerdo: 10grs
Harina oooo: 150grs
Clara: 1
Sal: 1 pizca
Agua: cantidad necesaria

Relleno:
Chocolate 200grs
Azucar Impalpable 200grs
Ricotta:500grs

Preparación:
Derretir la grasa de cerdo.Formar un volcán con la harina e incorporar la grasa en el centro, la sal y un azúcar. Agregar marsala, la clara y un poco de agua. Comenzar a incorporar los ingredientes con la mano, agregar el agua poco a poco hasta formar una masa lisa. Dejar reposar durante 30 minutos. Estirar la masa hasta obtener una masa delgada, cortar discos y luego amasar hasta formar óvalos. Enrollar la asa en tubos metálicos y freir con abundante aceite. Una vez frios retirar el tubo metálico.

Para el relleno, derretir el chocolate y pincelar el interrior del cannoli y dejar secar. Mesclar la ricotta con el azucar y rellenar los cannolis. Los extremos se pueden decorar con nueces, pistachos o almendras molidas y espolvorearlos con azúcar impalpable.